Desde el Centro de Capacitación y Servicio para la Integración de la Mujer (Cecasem), manifestamos nuestro profundo pesar e indignación por los recientes acontecimientos relacionados con el trágico accidente ocurrido en el puente Rapulo en Santa Ana de Yacuma, donde ocho miembros de la Comunidad Indígena Tsimane fueron inhumanamente colocados en fosas comunes.
Como organización comprometida con la defensa de los derechos humanos y la promoción de la equidad y justicia social, consideramos INACEPTABLE Y REPROBABLE el trato indigno que recibieron estos hermanos tsimanes. Este hecho no solo denota una falta de respeto a la dignidad humana, sino que también representa una grave violación a los derechos y tradiciones de las comunidades indígenas.
Nos solidarizamos profundamente con las familias y la comunidad tsimane, y hacemos un LLAMADO URGENTE a las autoridades locales y nacionales para que garanticen un entierro digno y respetuoso, conforme a las costumbres y creencias de esta comunidad. La rectificación de este acto es imperativa para honrar la memoria de los fallecidos y respetar su dignidad.
Instamos al Gobierno Municipal de Santa Ana de Yacuma y al Ministerio Público del Beni a tomar medidas inmediatas para corregir esta injusticia y asegurar que situaciones similares no se repitan. Es esencial que se implementen políticas y acciones que promuevan el respeto y la protección de los derechos de todas las comunidades indígenas en Bolivia.
Este lamentable incidente debe servir como un llamado de atención sobre la necesidad de mejorar las políticas públicas y los mecanismos de protección para las comunidades indígenas. En CECASEM, reiteramos nuestro compromiso con la lucha por los derechos humanos, la justicia social y la construcción de una sociedad más equitativa e inclusiva para todos.