En el municipio de Quiabaya, ubicado en la provincia Larecaja del departamento de La Paz, mujeres indígenas se han empoderado económicamente. Gracias a un proyecto implementado por el Centro de Capacitación y Servicio para la Integración de la Mujer (Cecasem), estas mujeres están aprendiendo a criar abejas y producir miel, mejorando significativamente sus vidas y las de sus familias.
El proyecto “Consolidación del empoderamiento de mujeres indígenas para el derecho a una vida libre de violencia” proporcionó ingresos a las mujeres, sino también fortaleció su autonomía y confianza. En este contexto, Cecasem ha organizado una serie de talleres de sensibilización enfocados en el manejo de abejas y la comercialización de sus productos.
Entre los resultados de los talleres más impactantes, las participantes aprendieron a definir y valorar sus productos. Utilizando la producción de miel como ejemplo principal, se plantearon puntos clave:
Producto: Se identificó la miel como su principal producto, mientras que otros emprendimientos.
Precio: Se discutió la fijación de precios en función del mercado y la calidad del producto. Por ejemplo, los huevos de gallinas alimentadas naturalmente se venden a 1 Bs, y la miel, muy demandada durante la pandemia de COVID-19, se fija en 60 Bs/litro.
Plaza: Se identificaron los lugares más efectivos para vender sus productos, como ferias locales y centros mineros, destacando la importancia de la calidad para atraer clientes.
Se definieron formas efectivas de dar a conocer sus productos, desde publicidad en radio y televisión hasta la organización de ferias específicas para la miel, carne de cuy y huevos criollos.
Las mujeres también recibieron capacitación en el manejo sostenible de las colmenas, incluyendo:
El impacto del proyecto es evidente. La asociación de apicultura, Colliri Miski, ha incrementado su capacidad productiva de 71 a 107 cajas de panales. Este crecimiento no solo representa un aumento en los ingresos, sino también un fortalecimiento del sustento social y económico de la comunidad.
Martha Mamani, de la Comunidad Machacamarca, del municipio de Quiabaya, comparte su experiencia:
“comenzamos con una caja, ahora tengo siete cajas de abejas. Les estoy enseñando a mis hijos el manejo de abejas y ellos injertan los duraznos para la floración de la agricultura. Una cosecha nos da 15 kilos, 5 botellas de dos litros sacamos de una caja. Con eso apoyamos a nuestra familia. Ahora mi esposo me apoya cuando voy a las reuniones. Pero antes no me apoyaba”
El trabajo de Cecasem en Quiabaya es un claro ejemplo de cómo la educación y el apoyo técnico pueden transformar vidas. Al empoderar a las mujeres indígenas a través de la apicultura, Cecasem no solo mejora sus condiciones económicas, sino que también promueve una vida libre de violencia y más equitativa. Con estos logros, Cecasem reafirma su compromiso con el desarrollo integral y la igualdad de género en las comunidades vulnerables.