Cada 11 de octubre, celebramos el Día de la Mujer Boliviana, una fecha que resalta el coraje, la resistencia y el esfuerzo inquebrantable de las mujeres en nuestro país. En un contexto donde la crisis económica y social se agrava, el papel de las mujeres en Bolivia se vuelve aún más crucial y heroico. Estas mujeres, muchas de ellas madres, enfrentan desafíos impensables para sacar adelante a sus familias, sobre todo en las comunidades más vulnerables.
La economía boliviana atraviesa uno de sus momentos más complejos. El aumento del costo de vida, la falta de oportunidades laborales, y la creciente desigualdad golpean a millones de familias. Sin embargo, es la mujer boliviana la que, en muchos casos, lleva el peso de mantener a sus hogares. A menudo, con trabajos informales o mal remunerados, ellas hacen magia para estirar cada centavo y proveer para sus hijos.
En tiempos de crisis, la mujer no solo se convierte en el pilar económico de la casa, sino también en el corazón emocional de la familia. Muchas de ellas deben asumir múltiples roles: madres, trabajadoras, cuidadoras, e incluso líderes comunitarias, mientras enfrentan la incertidumbre de un futuro marcado por las dificultades.
Es en los mercados de prácticamente toda Bolivia, en las calles y en los hogares donde vemos el esfuerzo silencioso de estas mujeres. Las vendedoras ambulantes, las agricultoras, las pequeñas empresarias, todas ellas luchan por un mejor mañana para sus hijos. A menudo, sin acceso a una educación de calidad o a servicios básicos, hacen todo lo posible para que sus hijos puedan tener oportunidades que ellas no tuvieron.
El sacrificio diario de estas mujeres no solo es por su bienestar personal, sino por el futuro de toda una generación. Son ellas quienes, a pesar de las adversidades, impulsan a sus hijos hacia la educación, los protegen y les enseñan el valor del trabajo duro, la dignidad y la solidaridad.
Desde hace más de 20 años, Cecasem ha estado al lado de estas mujeres, trabajando incansablemente por su empoderamiento y desarrollo. A través de programas que fortalecen su capacidad de generar ingresos, acceder a sus derechos y mejorar sus condiciones de vida, Cecasem ha sido testigo del poder transformador que las mujeres pueden tener en sus comunidades.
Las historias de éxito que nacen de este trabajo son inspiradoras: mujeres que, a pesar de la pobreza extrema o la violencia de género, han logrado levantar negocios, liderar iniciativas comunitarias y cambiar el rumbo de sus familias. Porque cuando una mujer se empodera, todo a su alrededor florece.
Este Día de la Mujer Boliviana, no solo celebramos su existencia, sino su lucha constante, su fuerza interior y su habilidad de transformar el mundo, empezando desde su hogar. Como país, tenemos una deuda pendiente con ellas, y en Cecasem seguimos comprometidos a apoyarlas y caminar junto a ellas hacia un futuro más justo y digno.