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En un giro que marca el fin de una etapa dentro del sindicalismo boliviano, el minero Mario Argollo, representante de la Empresa Minera Huanuni, fue elegido nuevo secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB) durante el XVIII Congreso Ordinario realizado en Cobija. Su designación pone fin a los casi ocho años de liderazgo de Juan Carlos Huarachi, el dirigente más longevo al frente del ente matriz de los trabajadores en la última década.
El hecho más novedoso de este congreso no radica solo en el cambio de mando, sino en el simbolismo que conlleva: por primera vez desde 2018, la COB inicia una nueva etapa de conducción con el desafío de reconfigurar su independencia política y reconstruir la confianza entre sus bases.
El proceso electoral se desarrolló bajo un ambiente tenso. Algunas delegaciones denunciaron la falta de transparencia en la votación y acusaron la existencia de trabas burocráticas que habrían limitado la participación de varios sectores. Sin embargo, el sector minero —uno de los pilares históricos de la COB— logró consolidar la candidatura de Argollo, quien obtuvo 79 votos frente a los 41 del representante de Colquiri, Joaquín Mamani.
Durante el encuentro, que reunió a delegaciones obreras de todo el país, se debatieron también las líneas de acción que definirán la nueva estructura del Comité Ejecutivo Nacional, cuya composición será ratificada en la plenaria final del congreso.
Más allá de las controversias, la elección de Argollo representa una oportunidad de reorientar el papel del sindicalismo boliviano frente a un escenario laboral fragmentado por la inflación, el desempleo y la pérdida del poder adquisitivo. El nuevo dirigente deberá tender puentes entre sectores enfrentados —como el magisterio, los fabriles y los trabajadores públicos—, además de redefinir la relación del movimiento obrero con el Gobierno.
El ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD) de Pando, Kiefer Venique, destacó que el congreso marca “el inicio de una nueva etapa para la organización”, mientras que los sectores disidentes piden abrir un proceso de diálogo para garantizar que la COB recupere su rol histórico como voz unificada de los trabajadores.
La posesión de la nueva dirigencia se prevé en los próximos días, una vez concluida la plenaria que cerrará oficialmente el XVIII Congreso Ordinario en Cobija.
Por: Joel Poma Chura - Comunicación Cecasem
