La educación boliviana enfrenta una paradoja: mientras Oruro, La Paz y Tarija muestran los niveles más altos de calidad educativa, amplias regiones del país continúan rezagadas con bajos rendimientos y profundas brechas estructurales. Así lo revela un amplio estudio de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), basado en información del Sistema de Información Educativa, el Instituto Nacional de Estadística, Naciones Unidas y Unesco.

El estudio, presentado como insumo para el Congreso Educativo Plurinacional 2024, advierte que la educación nacional arrastra desafíos persistentes en lectura, matemáticas y ciencias. Entre los hallazgos más llamativos, Oruro destaca con una matrícula preescolar del 97,7%, tasas altas de ingreso oportuno tanto en primaria como en secundaria y menores niveles de rezago escolar. En contraste, departamentos como Santa Cruz, Beni, Pando y Potosí registran los desempeños más bajos, especialmente en comprensión lectora y materias troncales.
A estos datos se suma el diagnóstico del Observatorio Plurinacional de Calidad Educativa (OPCE), que mostró que solo tres de cada 100 estudiantes de sexto de secundaria aprobaron Matemática, resultados similares a los de Química y Física. En comprensión lectora, apenas 43 estudiantes de cada 100 alcanzaron un rendimiento satisfactorio. El análisis revela que más de la mitad de los estudiantes de unidades fiscales se ubican entre el 20% y 40% de respuestas correctas, un indicador que deja en evidencia el déficit acumulado.
El responsable de Gestión del Conocimiento de la CBDE, Víctor Hugo Villarreal, advirtió que estas cifras confirman un problema multifactorial que afecta al sistema educativo y que sigue marcado por desigualdades profundas. Las brechas entre área urbana y rural, poblaciones indígenas y no indígenas, así como entre grupos con distintos niveles de ingreso, explican buena parte del rendimiento desigual.
Los datos de la prueba TERCE refuerzan este panorama: Santa Cruz aparece en último lugar en Ciencias Naturales, Lenguaje y Matemática. Además, el estudio señala que muchos estudiantes de primaria no comprenden lo que leen, y jóvenes en secundaria llegan a la universidad sin competencias básicas en ciencias.
Ante este escenario, autoridades del Ministerio de Educación y representantes de la CBDE sostuvieron reuniones recientes para evaluar alternativas. La ministra Beatriz García destacó la necesidad de articular esfuerzos desde todos los sectores y construir soluciones que permitan enfrentar una crisis educativa que, según ambos diagnósticos, es profunda y urgente.
Por: Joel Poma Chura - Comunicación Cecasem

