Una intensa mazamorra sorprendió la madrugada del lunes a las comunidades del municipio paceño de La Asunta, dejando incomunicadas a más de 15 poblaciones, destruyendo viviendas, inundando unidades educativas y afectando directamente a más de 50 familias. La magnitud del desastre llevó a que la Alcaldía impulse una declaratoria de emergencia, en coordinación con el Viceministerio de Defensa Civil, para acelerar la atención y la llegada de maquinaria pesada.

Las persistentes lluvias provocaron desbordes y deslizamientos que arrasaron caminos, bloquearon accesos y cubrieron de lodo a viviendas enteras. La unidad educativa Litoral quedó completamente inundada, obligando a la suspensión de clases y dejando a cientos de estudiantes sin la posibilidad de llegar a sus escuelas debido al colapso de caminos en sectores como Río Seco, Totora Grande, Charobamba, Las Mercedes, Villa Esperanza y San Antonio.
Las autoridades municipales reportan que la mazamorra no solo destruyó seis viviendas y dejó otras cuatro cubiertas de lodo, sino que también interrumpió el suministro de agua potable y las señales de comunicación móvil de Tigo y Entel. La urbanización Río Seco quedó aislada y, en Villa Esperanza, ocho familias perdieron todas sus pertenencias.
“Estamos muy preocupados. Nos enfrentamos a un desastre que supera nuestras capacidades logísticas; hay comunidades totalmente incomunicadas y niños que no pueden ir a la escuela”, señaló el alcalde Benjamín Chuquimia. El municipio dispuso toda la maquinaria disponible, pero reconoce que no es suficiente para cubrir las más de 230 comunidades del territorio.
El panorama se agrava con la búsqueda de un hombre de 33 años desaparecido por una mazamorra previa en la comunidad de Bajo Guayabal, donde las condiciones climáticas han dificultado las tareas de rescate.
Este nuevo evento se suma a desastres similares registrados en otras regiones del país, como Samaipata, donde más de mil personas fueron afectadas por el colapso de ríos este fin de semana. La simultaneidad de emergencias revela la creciente vulnerabilidad de municipios situados en zonas de riesgo hídrico y la urgencia de fortalecer mecanismos de prevención, alerta temprana y coordinación interinstitucional.
Ante la crítica situación, la Alcaldía de La Asunta solicitó apoyo inmediato de la Gobernación y del Gobierno central para proteger las viviendas que aún pueden salvarse, rehabilitar caminos de acceso y garantizar asistencia humanitaria a las familias damnificadas.
Por: Joel Poma Chura - Comunicación Cecasem

