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Bolivia saldó una deuda acumulada de $us 762.957 con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo que le permitirá recuperar su derecho a voto en la Asamblea General, del que estaba suspendido desde inicios del 2025 por más de dos años de incumplimiento en los pagos.
El vicecanciller de Bolivia Elmer Catarina confirmó que el país regularizó el compromiso económico, luego de negociar que los pagos se efectúen en bolivianos. La suspensión había generado una crisis en el servicio exterior, que derivó en la renuncia de Diego Pary como representante boliviano ante la ONU. El exdiplomático calificó la situación como una muestra de “ineficiencia” y una señal de debilitamiento de la voz de Bolivia en el escenario internacional.
Catarina atribuyó el retraso en los pagos a la falta de divisas y responsabilizó a la Asamblea Legislativa por frenar créditos externos, aunque esta explicación fue rechazada por el diputado y ex diplomático Gustavo Aliaga. “El verdadero problema es la mala gestión económica del Ejecutivo, que no prestó atención a la diplomacia”, afirmó.
El diplomático Javier Viscarra recordó que la sanción se aplica tras tres años de incumplimiento consecutivo, lo que evidencia una falla estructural en la política exterior. Según el analista Andrés Guzmán advirtió que Bolivia aún tiene pendiente designar un nuevo representante ante la ONU y criticó que el país haya quedado fuera de votaciones clave, como la reciente resolución sobre Palestina.
Por: Monserrath Murillo - Comunicación
