El Fondo de Bosques Tropicales por Siempre, impulsado por Brasil, busca movilizar hasta 125.000 millones de dólares en capital público y privado para frenar la deforestación y dar mayor valor a los bosques vivos. El anuncio se realizó en Belém durante la apertura de la cumbre climática previa a la COP30, organizada por la ONU.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva presentó la iniciativa junto a líderes de más de 70 países tropicales y potenciales naciones inversoras. El fondo prevé canalizar 4.000 millones de dólares anuales en compensaciones hacia los países que logren mantener sus bosques en pie, basándose en un sistema de monitoreo satelital que verificará la conservación efectiva.
“Sin los bosques no tenemos agua para beber ni para plantar. Nuestros bosques valen más en pie que derribados”, afirmó Lula, destacando el carácter inédito del mecanismo financiero, que considera una inversión inicial de 1.000 millones de dólares por parte de Brasil y busca sumar compromisos de países como Alemania, Noruega, Reino Unido, Francia e Indonesia.
El Fondo de Bosques Tropicales por Siempre (TFFF) recompensará con 4 dólares por hectárea preservada al año, con pagos proporcionales al desempeño ambiental. Además, el 20 % de los recursos se destinará directamente a pueblos indígenas y comunidades locales, actores fundamentales en la protección de los ecosistemas.
El Banco Mundial será el encargado de administrar los recursos y certificar la transparencia del proceso, mientras que agencias internacionales trabajan para otorgar al fondo una calificación crediticia AAA o AA, que permita atraer a grandes inversionistas institucionales.
“Este mecanismo busca que los bosques en pie sean más valiosos que las tierras deforestadas”, señaló la directora ejecutiva de la COP30, Ana Toni, quien destacó que el modelo convierte la conservación en una oportunidad económica viable y sostenible.
Hasta el momento, Colombia, Ghana, Malasia, Indonesia y la República Democrática del Congo se han sumado al fondo, que se considera una de las mayores apuestas financieras de los últimos años para combatir la pérdida de biodiversidad.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó la iniciativa como “una declaración de solidaridad y esperanza”, subrayando que los bosques tropicales son vitales para la estabilidad climática y que esta medida “marca un paso decisivo hacia la acción colectiva por el planeta”.
De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el mundo necesita aumentar su inversión en conservación forestal de 84.000 millones a 300.000 millones de dólares anuales para 2030, por lo que el TFFF representa un esfuerzo significativo para cerrar esa brecha.
Por: Joel Poma Chura - Comunicación Cecasem

