El trabajo remoto dejó de ser una excepción en Bolivia para convertirse en una tendencia sostenida dentro del mercado laboral. Un estudio reciente, realizado por la Universidad Franz Tamayo, revela que casi el 30 % de las ofertas de empleo en el país corresponden a modalidades remotas, con una fuerte concentración en el sector servicios, particularmente en tecnología e informática.

La investigación —realizada entre febrero y mayo de 2025— constituye el primer diagnóstico nacional sobre la demanda laboral remota, y muestra un cambio estructural en la forma en que las empresas bolivianas se organizan y gestionan sus equipos.
De acuerdo con los resultados, el 77 % del trabajo remoto se concentra en el sector servicios, especialmente en tecnología informática; un 13 % corresponde a áreas de administración y finanzas, y apenas un 3 % a marketing y ventas.
La Paz encabeza la demanda de este tipo de empleo, seguida por Santa Cruz y Cochabamba, debido a la presencia de empresas tecnológicas, instituciones públicas y organismos internacionales que han adoptado el modelo digital.
“El nivel que más requiere empleo remoto es el operativo, lo que demuestra que el país ya ha trasladado muchas tareas de ejecución al entorno digital”, explicó el investigador responsable del estudio, Rafael Vidaurre.
El informe también identificó las habilidades más valoradas por las empresas: dominio del inglés, manejo de Excel, metodologías ágiles de trabajo y competencias transversales como la responsabilidad, el liderazgo y la proactividad.
Sin embargo, el estudio advierte tres grandes desafíos para consolidar esta modalidad en el país: la falta de normativa específica, la alta informalidad laboral y la persistente brecha digital.
“La normativa es muy básica y tiene un bajo nivel de fiscalización. Además, gran parte de la población ocupada está en el sector informal, lo que limita el acceso a derechos laborales y cobertura social”, señaló Vidaurre.
A pesar de los retos, el informe destaca que el trabajo remoto representa una oportunidad estratégica para modernizar el mercado laboral, promover la inclusión digital y reducir brechas sociales.
Entre las recomendaciones del estudio se encuentran fortalecer la infraestructura tecnológica, actualizar la legislación laboral e impulsar programas de capacitación digital en todo el país.
“El teletrabajo no solo llegó para quedarse, sino que puede convertirse en una herramienta clave para la formalización y la sostenibilidad laboral”, concluye el informe.
Por: Joel Poma Chura - Comunicación Cecasem

